El rostro de hombres y mujeres presenta notables diferencias anatómicas, lo que nos lleva a abordar sus tratamientos faciales de manera distinta. A continuación, exploraremos estas diferencias a lo largo de las capas de tejido desde lo más profundo hasta la piel, para comprender cómo influyen en nuestros enfoques de cuidado facial.
Diferencias estructurales de un rostro masculino respecto a un rostro femenino
La capa más profunda, el hueso:
En los hombres, generalmente, la masa ósea es más grande y robusta, con unos ángulos más cerrados, lo que resulta en un mayor volumen en la superficie.
La frente es más corta y recta, sin curvaturas. El reborde óseo para las cejas es más bajo y recto definiendo desde la profundidad la forma que posteriormente tendrán las cejas masculinas.
Los pómulos en los hombres son más bajos de asentamiento y menos prominentes, que otorgan un aspecto facial más cuadrado.
La línea de la mandíbula es de ángulo más cerrado definiendo lo que será una mandíbula cuadrada cuando la recubra el músculo masetero que se asienta encima de ella.
El mentón es un punto muy importante en la estructura del rostro. En el hombre el mentón es más ancho y cuadrado, más prominente y, junto con la mandíbula, dibuja el perfil masculino de fuerza del rostro.
Estas diferencias en la estructura ósea forman la base para definir la apariencia del rostro masculino y femenino y orientan nuestros enfoques de tratamiento.
El músculo:
En los hombres, la capa muscular es más potente, con mayor grosor y volumen. El músculo masetero es particularmente relevante, ya que cubre el ángulo mandibular y da forma a la mandíbula masculina, un rasgo distintivo del rostro del hombre. Este músculo se realza mediante tratamientos de ácido hialurónico, lo que llamamos «MASCULINIZACIÓN DEL ROSTRO«, con los que buscamos embellecer mientras preservamos y realzamos los rasgos masculinos.
La grasa:
La distribución de la grasa en hombres y mujeres varía, con los hombres generalmente teniendo menos grasa. Esta cantidad de grasa está determinada genéticamente y por factores personales y familiares de cada individuo.
Un punto a destacar es la diferencia en la cantidad y ubicación de la grasa en las mejillas y los pómulos entre hombres y mujeres. Al trabajar en tratamientos con ácido hialurónico, es esencial respetar estas diferencias para mantener una apariencia femenina en las mujeres y una masculina en los hombres.
La piel:
Por lo general, la piel masculina es más gruesa, con un mayor número de glándulas sebáceas y folículos pilosos. Al recomendar tratamientos cosméticos para la piel masculina, debemos observar el tipo de piel del paciente y recetar los productos adecuados, respetando sus características personales.
Los tratamientos cosméticos para hombres generalmente deben favorecer la limpieza, la eliminación de células muertas y promover la reparación y recuperación de la piel. Además, el uso de protector solar es esencial para mantener la piel sana y controlar el envejecimiento.
Diferencias en el tratamiento del rostro masculino con ácido hialurónico:
Como hemos mencionado anteriormente, la estructura del rostro masculino difiere significativamente de la del rostro femenino. A continuación, exploraremos cómo aplicamos ácido hialurónico en cada área facial para realzar y mantener los rasgos masculinos y femeninos.
Cuando evaluamos un rostro masculino, el primer paso implica una conversación con el paciente para comprender sus preferencias y objetivos. Luego, realizamos una evaluación profesional y presentamos propuestas de tratamientos que consideramos más adecuados para rejuvenecer y embellecer su rostro.
En el caso de los hombres, vamos a tratar el pómulo ubicándolo en una posición más baja y hacia atrás para realzar la apariencia de un rostro cuadrado. Si se requiere un efecto de lifting, también tratamos la parte lateral del rostro, conocida como la «zona lifting», para estimular la tensión de los tejidos y restaurar su posición original, lo que aporta un aspecto rejuvenecido.
La mandíbula es otro punto clave que tratamos para aumentar su volumen y darle un aspecto más cuadrado, ya que es uno de los rasgos más importantes que definen la masculinización del rostro. La mandíbula fuerte y prominente se considera un símbolo de belleza masculina.
En caso de que el paciente lo necesite, también potenciaremos el aspecto del mentón. Si el mentón es afilado o poco prominente, proponemos darle una forma más cuadrada. Combinado con la masculinización de la mandíbula, se logra un rostro con una apariencia cuadrada y poderosa.
Por último, abordamos los labios, que a menudo generan inquietudes en los hombres. Sin embargo, cuando experimentan y conocen los resultados de unos labios hidratados y tersos que se adaptan a su rostro, suelen solicitar este tratamiento en la siguiente sesión.
Diferencias entre hombres y mujeres en el tratamiento de arrugas con relajantes musculares
El músculo masculino, generalmente más robusto que el femenino, se asocia con una frente más corta y recta y cejas de posición más baja y perfil plano. Algunos pacientes masculinos también pueden presentar áreas de pérdida de cabello en la cabeza.
Por lo tanto, al emplear tratamientos con relajantes musculares en hombres, debemos considerar que es posible que se requieran mayores cantidades de unidades para obtener resultados efectivos.
Es importante destacar que el objetivo no es elevar excesivamente las cejas ni crear un arqueado pronunciado, ya que las cejas masculinas tienden a mantener una apariencia más recta. Además, cuando existen áreas de pérdida de cabello en la cabeza, es fundamental abordar las arrugas en esta zona para lograr un resultado completo y natural.
Tratamientos de cuidado de la piel en el hombre
Cuando se trata de cuidados de la piel masculina, distinguimos entre dos enfoques: los tratamientos cosméticos y los médicos. La elección de tratamientos médicos específicos para hombres depende del tipo de piel y el nivel de envejecimiento de cada individuo.
Para aquellos hombres que buscan tratamientos preventivos, recomendamos opciones como la mesoterapia de vitaminas, que revitaliza la piel, la terapia de luz pulsada intensa (IPL) para abordar manchas y cerrar los poros, y el tratamiento con Plasma Rico en Plaquetas (PRP) para regenerar la capa de colágeno.
Para aquellos que experimentan estrés, lo que puede afectar negativamente a la piel debido a problemas como la falta de sueño o una nutrición deficiente, hemos diseñado un «PROGRAMA ANTI-ESTRÉS«. Este programa combina tratamientos relajantes para hidratar profundamente la piel con sesiones de mesoterapia que incorporan vitaminas y exfoliación para eliminar las células muertas y revitalizar el rostro. Además, ofrecemos recomendaciones de suplementos para mejorar la vitalidad de la piel y el bienestar general desde adentro, ayudando al organismo a recuperarse del estrés.
En caso de flacidez facial, ofrecemos el tratamiento de Ultrasonido Focalizado de Alta Intensidad (HIFU), que se realiza una vez al año para renovar significativamente la cantidad y calidad del colágeno de la piel, logrando un efecto de rejuvenecimiento natural.
En cuanto a la rutina de cuidado diario, la cosmética desempeña un papel fundamental para mantener la piel masculina en óptimas condiciones. Debido a las características específicas de la piel masculina, que tiende a ser más gruesa y con poros más dilatados, es fundamental la limpieza con jabones suaves y la utilización de exfoliantes para eliminar las células muertas. La incorporación de ácidos activos como el retinol ayuda a regenerar el colágeno.
Asimismo, el uso de hidratantes suaves es esencial para proteger la piel y mantener un nivel óptimo de hidratación, lo que contribuye a su efecto protector. Además, no debemos olvidar la importancia de los protectores solares, que previenen el daño cutáneo, incluyendo la pérdida de colágeno, la pérdida de elasticidad y la formación de manchas oscuras.