Alimentación y confinamiento: consejos y creación de hábitos saludables.
El confinamiento que estamos viviendo actualmente a causa del COVID-19 está trastocando profundamente nuestras costumbres. Ante la disminución de la actividad física y el picoteo provocado por el aburrimiento, muchos temen engordar y sus temores no son infundados. Nuestra especialista en nutrición y dietética Esmeralda Pozo nos da las claves para alimentarnos de forma saludable durante el confinamiento y evitar ganar peso.
No ver el fin de esta situación de confinamiento que estamos viviendo actualmente está llevando a que la alimentación de muchas personas se vea afectada por caprichos alimenticios (a modo de pequeña recompensa o por mero aburrimiento), a ataques de gula o a una mayor ingesta de azúcares perjudiciales para la salud. Somos conscientes de ello pero aun así nos dejamos llevar justificándonos diciéndonos que es un estado de “Stand by”, una «pausa» en la «vida real» y nuestras costumbres cotidianas. Pensamos que todo ser arreglará comiendo bien más adelante, cuando recuperemos nuestro modo de vida y nuestras costumbres habituales, pero este pensamiento puede llevarnos a un gran error.
La fuerza de la costumbre, o de los hábitos, es mucho mayor de lo que imaginamos.
Maxwell Maltz, reconocido cirujano plástico de la Universidad de Columbia en la década de 1950, demostró que mantener un hábito repetido durante un promedio de 21 días generará la necesidad de mantenerlo en el tiempo como aprendido y gestionado por todo nuestro organismo. Por ejemplo, observó que el síndrome del miembro fantasma en amputados llevaba a este patrón al acostumbrarse al nuevo aspecto.
En nuestras manos está crear hábitos mejores. Si nos hemos propuesto hacer gimnasia cada día durante el tiempo que llevamos confinados seguro que ya hemos notado la necesidad diaria de hacerlo y por ende nuestro propio cuerpo nos lo «pide». Mediante la repetición, ha aprendido lo bueno de este comportamiento y nos lo demuestra haciéndonos sentir bien cuando cumplimos con la rutina de este nuevo hábito creado. Por este motivo, los comportamientos que fijes ahora serán difíciles de modificar una vez termine la pandemia. En el caso de realizar ejercicio de forma diaria, estaremos creando un buen hábito. En la alimentación, sin embargo, es fácil caer estos días en costumbres perjudiciales, caprichosas y poco saludables.
Durante este tiempo del confinamiento podemos aprender de forma sana o perjudicial, podemos formar hábitos beneficiosos o contraproducentes; la elección es solo tuya.
¿Qué pasará si al terminar nuestro encierro le has enseñado a tu cuerpo durante todo este tiempo a necesitar a diario esos deliciosos pasteles que horneas casa de manera compulsiva contra el aburrimiento o a comer cada día como si fuese fin de semana?
Pasado el confinamiento tu cerebro y tu estómago serán los encargados de seguir pidiéndote ese nivel calórico al que los has acostumbrado y te será más difícil perder grasa, peso y volver a esa figura esbelta que todos deseábamos antes del Covid-19.
Para que pueda fijarse y que el nuevo hábito funcione debe estar ligado a un valor importante para ti. ¿Recuerdas qué le pedias a tu cuerpo a mitad de Marzo cuando empezabas a oler a primavera?
Si el lograr tu peso ideal era tu objetivo de cara al buen tiempo, aquí te dejamos unos consejos diseñados para crear buenos hábitos alimenticios durante el confinamiento y ayudarte a lograr tus propósitos:
TIPS
- Planifica tu compra antes de salir al supermercado, así no te dejarás llevar por los ojos y no caerás en caprichos extra.
- Crea tu menú equilibrado: Desayuna pan integral con proteína jamón ibérico o lomo ibérico y huye de él durante el resto del día, come un primer plato de ensalada o verdura y un segundo plato de proteína a la plancha o al horno, te ayudarán a saciarte.
- Bebe agua durante todo el día y haz hincapié en su ingesta antes de comer y antes de cenar. Así regularás la sensación de hambre.
- No te justifiques: «El hoy me lo como, mañana ya empiezo» sólo sirve para postergar indefinidamente la creación de buenos hábitos.
- Come en menor cantidad: aunque introduzcamos ejercicio en nuestra rutina del confinamiento, el resto de horas las pasamos en el sofá o en una silla teletrabajando por lo cual no hay apenas gasto calórico.
- Cuando te pique el gusanillo, piensa en tentempiés saludables y no excesivamente calóricos: 10 frutos secos, una gelatina sin azúcar, 1 pieza de fruta…
Sólo necesitas desearlo y actuar en consecuencia para lograrlo. Recuerda este lema: confinados SI, confitados NO.